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2023-03-01 11:45:10 By : Mr. Allen Du

Está incluido en Guinness de los récords como el coche con más kilómetros del planeta. Su propietario fue el antiguo profesor de física de Long Island, Irve Gordon, que lo compró nuevo en 1966 y hasta su fallecimiento en 2018, recorrió 5.149.900 kilómetros.

Su motor gasolina 1.8 de 100 CV fue reconstruido tres veces durante los primeros 3 millones de kilómetros… aunque todavía conserva la carrocería y el cambio originales. Para su propietario, un mantenimiento 100% escrupuloso y tratar al coche con cariño, eran los secretos de su longevidad.

Si durante décadas los Mercedes-Benz han tenido fama de ser indestructibles ha sido gracias a la robustez de sus berlinas y a la duración de sus motores diésel. De modo que este Mercedes-Benz W115 de 1976, impulsado por un modesto motor diésel de 55 CV, es la combinación perfecta.

Esta unidad ha estado dando servicio como taxi en Grecia durante 25 años de forma ininterrumpida, impulsado por tres motores diferentes (cada uno recorrió aproximadamente 1,6 millones de kilómetros). ¿Una curiosidad? Su propietario, el griego Gregorios Sachinidis lo compró de segunda mano en Alemania, con 226.000 kilómetros. Cuando Mercedes se enteró de la existencia de este vehículo, se lo cambió a su propietario por un C200 CDI. En la actualidad descansa en el modelo de la marca en Stuttgart.

Son muchos los que aseguran que el W124 es el coche más fiable de finales de los 80 y principios de los 90. Y, aunque existen decenas de unidades de este modelo que han superado el millón de kilómetros, hemos decidido centrarnos en el ejemplar que descansa en el museo de la marca en Stuttgart, con 1,9 millones de kilómetros (la que ves en esta imagen).

Aunque lo que hace especial a esa unidad, del año 1988 y que ha trabajado como taxi en Oporto, es que ha seguido el plan de mantenimiento de Mercedes-Benz al pie de la letra y que nunca ha sufrido ninguna avería de ningún tipo en el motor.

Dicen que el movimiento se demuestra andando y, en Mobil 1, demostraron la calidad de sus aceites sintéticos haciendo rodar un BMW E30 325i en un banco durante 4 años ininterrumpidos, a una media de 130 km/h… equivalentes a recorrer 1,6 millones de km.

Aunque tan solo se paró para realizar los mantenimientos correspondientes, sus condiciones de uso no han sido tan duras como las de otros modelos de esta lista, pero lo cierto es que el kilometraje es incuestionable.

¿Se pueden recorrer 1,6 millones de kilómetros en apenas cinco años? En Hyundai pensaron que era imposible y, por eso, desde la marca encargaron a sus ingenieros que revisaran al detalle este Hyundai Elantra de Farrah Haines, utilizado como coche de reparto en Estados Unidos… ante la posibilidad que se tratase de un fraude. Al fin de al cabo, ¿quién iba a recorrer más de 320.000 kilómetros al año con un coche?

Cuando al final pudieron certificar que el modelo alcanzó el millón de millas de forma real, premiaron a su propietaria con incluyendo el emblema 1M en su cuentakilómetros (así evitarían que al alcanzar el millón de millas volviera a contar desde cero) y regalándole un Elantra nuevo. No es para menos, teniendo en cuenta que durante cinco años a este coche se le ha cambiado el aceite cada 15 días…

El Saab 900 Turbo Aero del año 1989 de la imagen (o Saab 900 SPG como se conocía en EE.UU.) demuestra que un vehículo con vocación deportiva también puede ser fiable, tras recorrer 1,6 millones de kilómetros en 17 años.

Su motor 2.0 turbo de gasolina, de 175 CV, necesitó tres culatas nuevas, pero todavía conserva el bloque, la transmisión y el turbo originales. Por lo demás, parece que algunas zonas de su carrocería se han visto afectadas por la corrosión, debido los fríos inviernos de Estados Unidos.

Hansjörg Gemminge es el propietario del Tesla con más kilómetros del mundo; un Model S con el que ha recorrido por hobby, más de 500 kilómetros al día desde que lo adquirió en 2014, con 30.000 kilómetros. El coste de mantenimiento para alcanzar esa cifra ha sido de tan solo 13.000 euros. En este periodo ha tenido que cambiar la batería a los 293.000 km y a los 440.000 kilómetros; va por su cuarto motor y ha tenido que sustituir la pantalla de la consola central.

¿El lado bueno? Salvo la pantalla, todas las averías han quedado cubiertas por la garantía de Tesla, que es de 8 años sin límite de kilometraje, mientras que la recarga en los supercargadores de la marca fue gratuita. Por otro lado, el Tesla Roadster azul que ves a su derecha también fue suyo… y recorrió 630.000 kilómetros con él. Sin duda, estamos ante el conductor con más kilómetros eléctricos del planeta.

Si hay algo de lo que han presumido los propietarios de los automóviles 1.9 TDI es de un consumo excepcional y de una fiabilidad a prueba de bombas. El alemán Peter Kirchoff y el Skoda Fabia 1.9 TDI que adquirió en el año 2000, son una buena muestra de ello.

El mismo día que lo compró, pero en el año 2013, Kirchoff recibió un homenaje cuando llegó al museo de la marca en Mladá Boleslav (República Checa), con el cuentakilómetros marcando 999.999 kilómetros. Por lo demás, cabe destacar que este Skoda llegó al millón de kilómetros con el motor, el embrague y la caja de cambios originales.

¿Quién dijo que un automóvil low cost no puede ser indestructible? El taxista rumano Matei Anastasie, de 65 años, logró recorrer 1 millón de kilómetros a bordo de su Dacia Logan Taxi 1.4 de 75 CV de GLP, del año 2007, sin reparación alguna en el motor. De hecho, los ingenieros de Dacia, que supieron de la existencia de este coche por Facebook, pudieron comprobar que el kilometraje era real… y que el aire acondicionado, la dirección o los muelles traseros eran los originales.

En el interior, aunque todo funciona es posible percibir el paso del tiempo en los asientos y el volante. Por lo demás, las únicas averías de este Dacia han sido los inyectores y el alternador. Su propietario asegura que utilizar el aceite recomendado por el fabricante y seguir al pie de la letra el mantenimiento han sido las claves de su fiabilidad.

En Autofácil probamos en 2011 el Mercedes E 290 TD de A.P., con el millón de kilómetros a punto de caramelo. Y lo más sorprendente de todo fue que mecánicamente estaba perfecto: el motor sonaba genial e iba muy fino, no se apreciaba ningún tipo de holgura en suspensión o cambio y el salpicadero lucía como el primer día.

La polea del alternador, un asiento y una caja de dirección nueva, fueron las únicas averías durante los primeros 500.000 kilómetros. Los inyectores, la válvula EGR, el sensor del aceite, la correa del ventilador y un juego de faros nuevos fueron las averías en los siguientes 500.000 kilómetros.